lunes, 9 de agosto de 2010

Santos y Chávez se reunirán en Santa Marta


El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibirá el martes a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, en la ciudad de Santa Marta, un encuentro en el que intentarán restablecer las relaciones diplomáticas rotas por acusaciones de que Caracas refugia a guerrilleros. Fuentes de la presidente colombiana informaron que la reunión se cumplirá en ese histórico balneario del Caribe en donde murió el Libertador Simón Bolívar, héroe de independencia del siglo XIX, destacó Reuters. El encuentro fue acordado el domingo en Bogotá por la canciller colombiana, María Angela Holguín, y el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Nicolás Maduro. Santos, quien asumió la presidencia el sábado en reemplazo de Alvaro Uribe, anunció que estaba dispuesto a reconstruir las relaciones con Venezuela en forma directa con lo que descartó las labores de mediación de gobiernos amigos. El nuevo presidente colombiano dijo en la campaña electoral que él y Chávez son "como el agua y el aceite", pero se comprometió a mantener buenas relaciones bajo mutuo respeto pese a que el mandatario venezolano anticipó en esa oportunidad que un eventual Gobierno de Santos representaba una amenaza de guerra para la región. Las relaciones entre Colombia y Venezuela están rotas actualmente por decisión de Chávez después de que el Gobierno de Uribe denunció el mes pasado que dirigentes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se refugiaban la nación vecina con la tolerancia de Caracas. Hace más de un año el mandatario izquierdista ordenó suspender las importaciones desde Colombia en represalia por la firma de un acuerdo militar de Bogotá con Estados Unidos que considera una amenaza para su revolución socialista. Los presidentes de Colombia y Venezuela intentarán así apaciguar los ánimos, mientras analistas aquí dudan que la reunión produzca logros concretos inmediatos en lo que provocó la disputa entre ambos países: la presencia de guerrilleros colombianos en Venezuela,con supuesta permisividad de ese gobierno. Los analistas tampoco esperan resultados concretos prontos en el terreno económico.

Lo que dicen los analistas:

Juan Mesa, director de comunicaciones del gobierno, dijo que el encuentro está previsto en Santa Marta, 750 kilómetros al norte de Bogotá, sobre las costas del mar Caribe.

En medio de la expectativa por el encuentro de dos dirigentes de tan disímil corte -Santos, un economista educado en Estados Unidos, y Chávez, un teniente coronel retirado del Ejército- analistas consultados telefónicamente dijeron que quizá el resultado más concreto e inmediato de la cita sea la designación de embajadores tras la ruptura de relaciones del 22 de julio pasado.

"Chavez es muy impredecible. Eso lo sabe todo el mundo, que Santos ha tenido visiones muy contrarias a Chavéz, y en cualquier momento pueden resurgir enfrentamientos"', dijo León Valencia, de la institución privada Corporación Nuevo Arco Iris.

Afirmó que "lo único cierto es que es más racional la relación que Santos llevará" al encuentro que la que hubo con el anterior gobierno colombiano.

Patrick Esteruelas, consultor de la firma Eurasia Group, dijo que "no tengo grandes expectativas sobre el impacto material que esta conversación tendrá en la relación comercial colombo-venezolana", porque la reducción de las exportaciones de Colombia a Venezuela se ha debido más a las restricciones económicas internas del vecino país, que a los problemas políticos.

"A decir verdad, para Colombia ya no importa mucho" ese comercio, porque después de un año de ver cerradas las puertas a sus productos en Venezuela, logró encontrar nuevos mercados en Latinoamérica y afianzar sus ventas a Estados Unidos, dijo.

Tras alcanzar un máximo de 6.000 millones de dólares en ventas a Venezuela en 2008, esas exportaciones as bajaron a unos 4.000 millones de dólares el año pasado y cerrarían este año en unos 1.500, según la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana.

Para conseguir el apoyo de Venezuela en el combate a grupos insurgentes, la estrategia colombiana anterior "de la denuncia pública y del insulto ya se agotó", dijo Sandra Borda, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Los Andes.

Ahora "la estrategia que se va a seguir es tal vez una estrategia de búsqueda de la cooperación en materia de seguridad, más a través de canales diplomáticos", agregó Borda. Intercambiar información de inteligencia y un trabajo "mano a mano entre las fuerzas armadas, tanto del país vecino como las colombianas, puede dar resultado...puede funcionar en el caso venezolano si efectivamente existe voluntad política del presidente Chavéz" en combatir a los rebeldes y eso estar por verse''.

La reunión será la primera entre jefes de Estado de Venezuela y Colombia desde que Chávez visitara en enero del 2009 el balneario colombiano de Cartagena y se encontrara con el entonces mandatario Alvaro Uribe, quien culminó el sábado sus dos cuatrienios seguidos de gobierno.

Aunque antes de esa cita ya Chávez y Uribe había mantenido varias discusiones fue sólo en julio del año pasado que el mandatario venezolano tomó la medida más drástica: declaró "congelados" los lazos políticos y económicos con Colombia, asegurando que compraría "cero" productos colombianos.

El comercio entonces comenzó a derrumbarse, cayendo 70% las exportaciones colombianas, y aunque los embajadores de ambos países seguían en sus puestos, Chávez dio el paso final el pasado 22 de julio al romper relaciones con Bogotá.

Las molestias de Chávez con Uribe fueron por varios temas, pero principalmente por los continuos señalamientos de Bogotá de que jefes de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), enemigos jurados de Uribe, están radicados en el Venezuela el permiso del gobierno de Caracas, que lo niega.

Tales denuncias de Bogotá fueron hechas incluso en los tiempos en que Santos era ministro de Defensa, de 2006 a 2009, pero desde la campaña electoral y ya en el cargo presidencial, el nuevo mandatario ha dejado de lado los reclamos públicos y sólo aseguró en su discurso de juramentación el sábado que quería un diálogo "franco y directo" con Venezuela.

Pero "eso sí, un diálogo dentro de un marco de respeto mutuo, de cooperación recíproca, de firmeza contra la criminalidad y de comunicación sincera y abierta", dijo Santos.

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